domingo, 27 de abril de 2014

“LOS SECRETOS DE LA CREATIVIDAD”

Hace poco, tuve la oportunidad de ver el vídeo “Los Secretos de la Creatividad”, del programa de Televisión Española Redes para la Ciencia, presentado por el inigualable Eduard Punset.



Reconozco que el programa me impresionó y que, gracias a la entrevista que Punset hizo a Sir Ken Robinson, mi idea sobre la creatividad y sus elementos se enriqueció de manera exponencial.
En esta entrevista Sir Robinson explica los secretos que nos hacen ser más creativos, en ella nos describe el elemento. ¿Qué es el elemento?:
  • En nuestra vida hacemos cosas que nos gusta y cosas que no nos gusta realizar.
  • Nos quedamos con las que nos gusta, pero puede que aun gustándonos, no las hagamos bien.
  • Si nos quedamos con las que hacemos bien y, además, con aquellas con las que nos sentimos como pez en el agua, hemos encontrado nuestro elemento.
  • Nuestro elemento es la realización de nuestro objetivo en la vida, la puesta en práctica de nuestra imaginación en algo concreto (creatividad), es el momento en que sentimos pasión por lo que realizamos y, cuando lo hacemos, el tiempo no tiene medida.
  • La búsqueda de nuestro elemento nos hará más felices.
  • El encuentro con nuestro elemento nos hará … MUY GRANDES.

Fuente de esta información:
·         Redes para la ciencia. Eduard Punset:
·         El Elemento, Ken Robinson.


martes, 22 de abril de 2014

CHICHO IBAÑEZ SERRADOR – 1, 2, 3 … RESPONDA OTRA VEZ

¿Quién no ha oído hablar de Chicho, el gran creativo que nos entretuvo y nos entretiene con muchas de sus creaciones, con tantos y tantos trabajos con los que nos hizo soñar?, ¿quién no vio UN, DOS, TRES, en más de una ocasión y se divirtió con todos aquellos personajes que nos hacían pasar tan buenos ratos?, ¿puede pasar desapercibido un señor con tantos valores como los que tiene Chicho Ibañez?


Sinceramente, me siento muy orgulloso de que gran parte de mi vida haya estado acompañada de la obra de este gran creativo, de esta magnífica figura que nos ha proporcionado a todos un caudal de entretenimiento incalculable. Un señor que ha sabido plasmar su infatigable imaginación en una gran cantidad de trabajos, en una obra majestuosa, en la obra de su vida.

Narciso Ibáñez Serrador, o mejor Chicho, nació en Uruguay, en la ciudad de Montevideo cuando transcurría el día 4 de julio de 1935, cuando sus padres Pepita Serrador y Narciso Ibañez Menta estaban de gira por tierras americanas. De este modo, ya desde muy pequeño, Chicho se acostumbró a viajar por todo el mundo de la mano de sus padres en sus funciones teatrales. Con ocho años, realiza su primer papel doblando para los países de lengua hispana, al conejo Tambor, en la película Bambi.


A causa de una enfermedad en la sangre llamada púrpura hemorrágica que padecía Chicho, su infancia fue dura. No podía jugar con los niños de su edad y estaba obligado a permanecer en la clase y en su casa durante largas y largas horas del día. Debido a ello, adquirió una afición por la lectura que le hizo potenciar su ya magnífica imaginación y creatividad.

Se trasladó a España a la edad de 18 años y ahí empieza un nuevo periplo aventurero por el mundo. Se enamoró de la hija de unos diplomáticos que vivían en El Cairo y para poder verla tuvo que trabajar como camarero, fotógrafo de prensa, contador de chistes en cabarets, guía turístico, etcétera.

Posteriormente decidió dedicarse por completo al teatro, donde trabajó como maquinista, electricista, apuntador, regidor, etcétera, conociendo a fondo esta disciplina artística. Además, se formó como autor y actor pero tuvo que trasladarse a Buenos Aires, Argentina a ver si allí se estrenaban sus obras (en España no hubo suerte).


A partir de ese momento empezó una vida plagada de éxitos, en la que participó como actor en diferentes obras teatrales y películas, como escritor de novelas radiofónicas, autor de comedias y de historias de terror, productor de televisión, etcétera, etcétera. Chicho Ibañez firma todos sus trabajos literarios con el seudónimo de Luis Peñafiel.

Chicho Ibáñez creó diferentes programas para televisión como fueron: Obras maestras del terror, Cuentos para mayores, Estudio 3, Mañana puede ser verdad, Historias para no dormir, Historias de la frivolidad, 1 2 3 responda otra vez, Hablemos de sexo y Luz roja. En diciembre de 2003 el mítico 1 2 3, apedillado en esta ocasión ¡A leer esta vez!

En el año 1968 fue nombrado Director de Programas para el Exterior de Televisión Española, y en 1974 fue nombrado Director de Programas de Televisión Española.


En el año 2000 recibió el Premio Lope de Vega, por su obra El Águila en la Niebla. También fue galardonado por el Premio Toda una Vida de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Fue reconocido en cuatro ocasiones con el Premio Ondas y, en 2003, con motivo del cincuenta aniversario de los Ondas, recibió el Ondas de Oro a su brillante e infatigable trayectoria profesional.


Personalmente, y si ustedes me lo permiten, agradezco a este fantástico creativo todo el trabajo que nos ha regalado, bien sea en cine, teatro, bibliografía, televisión y radio, pero le quiero agradecer de forma especial la creación del Programa 1, 2, 3, de las hermanas Hurtado, de la Ruperta, del Coche, de Kiko Ledgard y tantos otros protagonistas de aquel magnífico programa que entretuvo tantas noches con tantos buenos momentos y tantas risas.

Un fuerte abrazo Chicho, un millón de gracias por tu grandeza.


miércoles, 16 de abril de 2014

EL PEREJIL EN TIEMPOS DE ALTA COMPETITIVIDAD

Solía acudir al mercado municipal a comprar fruta, verdura, carne, algo de pescado, huevos, etcétera. En ocasiones hablaba con el frutero, en otras con el carnicero, y poco a poco, fui eligiendo a que puestos debía acudir para hacer mis compras. Es verdad que a la hora de comprar, el precio juega un papel muy importante, sin embargo, según fui conociendo a aquellas personas, me dí cuenta de que el precio no lo era todo.


En una ocasión, tuve que comprar pechugas de pollo frescas y huevos, pero cuál fue mi sorpresa que, cerca del lugar donde me encontraba, había dos puestos muy parecidos en los que podía cubrir mi necesidad. Eran puestos vecinos y, la única diferencia entre uno y el otro, era la afluencia de clientes que tenían. En el de la izquierda, llamémoslo “Pollos y huevos frescos María”, había que esperar unos diez minutos a que te atendieran, pero a la gente parecía no importarle. En el de la derecha, llamémoslo “Pollos y huevos frescos Joaquín”, había esperando una señora y un poco más allá un joven que parecía despistado.

¿Qué provocaba que en un comercio hubiera tanta gente y en el otro tan poca?

Como tenía que hacer mi compra, decidí hacer una pequeña investigación. Compré la mitad de lo que necesitaba en un puesto, y la otra mitad en el otro. Una vez que terminé mi compra, me dí cuenta de cual era la explicación a la duda que tenía.

La respuesta era clara. Cuando pedí mi medio kilo de pechugas frescas y mi media docena de huevos en el puesto de la derecha, el que tenía pocos clientes, efectivamente, me dieron lo solicitado, muy fresco, con su bolsita y a un buen precio. El objetivo estaba cumplido, pero sólo con eficacia. Tenía mis productos, y podía estar seguro de que todo lo que llevaba coincidía con mis expectativas de compra. Eso sí, no me ofrecía nada nuevo, nada que me hiciera pensar, la próxima vez que acudiera al mercado, que ese debía ser el puesto al que debía acudir para comprar.



En “Pollos y huevos frescos María”, la situación al principio fue similar. El medio kilo de pechugas y la media docena de huevos estaban fresquísimos. La atención fue igual de buena que en el otro puesto pero, ¿dónde estaba la diferencia?. En este puesto, su dependienta, que siempre atendía a toda la gente con una sonrisa en la boca, puso, dentro de la bolsa de la compra un manojo de perejil fresco que no cobraba a sus clientes.

El perejil que incluyó en la bolsa, no superaba los 10 céntimos de coste, sin embargo, el beneficio que le daba era insuperable. Muchos clientes entendían que en este puesto sus necesidades estaban cubiertas, pero que sus expectativas se habían superado.

Todo el mundo espera obtener un buen producto en sus compras, eso se da por sentado de ante mano, pero todos además, les encantaría tener algo extra, algo que “el otro” no les ofrece.



Para diferenciarse de la competencia, la atención al cliente es fundamental. ¿Cuántas veces hemos entrado en tiendas en las que sus dependientes parecen estar amargados en todo momento, haciendo su trabajo, al parecer, a la fuerza, y sin darse cuenta de lo afortunados que son teniendo trabajo?, o, por otro lado, ¿qué bien nos sentimos cuando vamos a un restaurante y nos atienden de forma agradable, sin excesos por supuesto?

La diferencia es una cultura de atención al cliente por encima de todo. El cliente, en definitiva es quién te aporta beneficios, ¿por qué no dar a todos nuestros clientes una ramita de perejil cada vez que nos va a comprar? ¿Por qué es tan difícil sonreír, sin falsedades, si con eso ofrecemos una diferenciación clara que el cliente aprecia?


Las empresas que dan la ramita de perejil a sus clientes, sin incrementar el coste del producto o servicio principal, están siendo eficientes en sus actuaciones. Las empresas que piensan que el perejil es un sobre coste, pueden ser eficaces pero, los clientes tienen derecho a comparar y, en cualquier momento, decidirán irse a “Pollos y huevos frescos María”.